Educar a los hijos es, quizá, la tarea más importante en la vida. Y la educación de cada chico se desarrolla fundamentalmente en la familia y en el colegio.
Pero, ¿y el tiempo libre? La experiencia demuestra que un ambiente familiar favorable y un buen colegio no son suficientes. El tiempo libre –la televisión, el deporte, los amigos–, tienen una notable trascendencia educativa. Por eso, los padres que pusieron en marcha Ucanca allá por 1977 tenían una idea muy clara: ayudarles a organizar el tiempo libre, facilitarles un ambiente de estudio, procurar que ganaran amigos de verdad y enseñarles a divertirse. Así nació el Club Ucanca, con mucha ilusión.
En 1977, un grupo de familias de Santa Cruz de Tenerife comienzan un proyecto educativo hasta entonces poco común en nuestras islas: la creación de un Club Juvenil dedicado a completar la educación recibida en la familia y en el colegio, encomendando la formación espiritual a la Prelatura del Opus Dei.
De un local hacen un lugar donde la gente joven pueda disfrutar de su tiempo libre y aprender, por medio de aficiones, deporte y actividades de todo tipo a ser mejores estudiantes, mejores amigos de sus amigos, mejores hijos de sus padres, mejores ciudadanos y, en definitiva, mejores personas.
Ya han pasado más de 35 años y este grupo de familias de toda la provincia sigue impulsando con su apoyo aquel ambicioso proyecto educativo, sugiriendo nuevas iniciativas y promocionando el Club entre sus amigos y conocidos.
Han pasado por aquí miles de chicos que han participado de las actividades que a lo largo de este tiempo se han ido desarrollando en Ucanca. Hemos superado las bodas de plata de esta iniciativa y seguimos con el mismo o mayor empeño.
Es una institución de la Iglesia católica que difunde el mensaje de que el trabajo y las circunstancias ordinarias son ocasión de encuentro con Dios, de servicio a los demás y de mejora de la sociedad.
El Concilio Vaticano II recordó que todos los bautizados están llamados a seguir a Jesucristo, a vivir y dar a conocer el Evangelio. La finalidad del Opus Dei es contribuir a esa misión evangelizadora de la Iglesia, promoviendo entre fieles cristianos de toda condición una vida plenamente coherente con la fe en las circunstancias ordinarias de la existencia humana y especialmente a través de la santificación del trabajo.